Cuando el lavado por aspersión no es suficiente o la normativa impide su uso, la limpieza por ultrasonidos es la única alternativa, más económica y más respetuosa del medioambiente. Se trata de una limpieza a fondo y de alta calidad, que evita que el operario entre en contacto con sustancias peligrosas; además, una sola operación de lavado es lo único que se necesita para eliminar todos los contaminantes de cada superficie, incluso de la cavidad más microscópica. La limpieza por ultrasonidos reduce el riesgo de piezas no perfectamente limpias y los costes de mano de obra porque vuelve superflua la necesidad de un tedioso acabado manual. Los materiales que se pueden limpiar con ultrasonidos incluyen metales, vidrio, cerámica y muchos más.
LA ALTA CALIDAD DE LA LIMPIEZA POR ULTRASONIDOS
- Garantiza un lavado profundo y de calidad
- Es ideal para componentes articulados o piezas complejas
- Es eficaz sin necesidad de ningún disolvente
- Tiene costes de gestión sumamente bajos y no requiere ningún mantenimiento
Funcionamiento general
La limpieza por ultrasonidos utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para eliminar de una superficie sumergida en un líquido una amplia variedad de contaminantes: suciedad, aceite, grasa, tinta, pintura, pegamento, decapantes.... Es lo suficientemente potente como para eliminar los contaminantes más tenaces, pero lo suficientemente suave como para no dañar el sustrato; penetra en las grietas más pequeñas y entre las piezas firmemente apretadas.
La limpieza ultrasónica es particularmente efectiva porque actúa a nivel molecular. A través de un diafragma capaz de vibrar los transductores transfieren la energía ultrasónica creada por el generador al líquido. La fuerte presión alterna que se crea en el líquido forma burbujas microscópicas que, al implosionar, desintegran la suciedad.